Todas las cosas emulan a lo anterior.
Todo arte parte de un estilo previo.
Todo es justo lo mismo,
todo, menos tu sonrisa.
La esfera pálida y plateada que es la luna
no refleja cosa alguna en su superficie.
Espejo vanidoso y vacio,
se ve opacado por tu presencia
El poeta fija su mirada en el cielo y
no ve estrella o astro alguno en el firmamento:
Tú lo has opacado todo,
y aun en el infinito el solo ve tu mirada.
Y en la tierra, algo ha cambiado:
Las plantas han dejado de buscar la luz
y los girasoles ya no buscan sol alguno.
Te buscan a ti, al igual que yo.
martes, 15 de septiembre de 2009
I
Siento que a cada momento
el mundo se achica,
no es que las cosas pierdan importancia,
es que solo me importas tu.
Siento que en el etereo infinito,
las estrellas cambian y se reagrupan.
Solo para formar una nueva y hermosa constelacion,
que deberia llevar tu nombre
Y en este mundo fluctuante,
cada vez mas pequeño;
al igual que en mi mente y corazon,
me encuentro a menudo con tu imagen.
Siento que a cada segundo,
el mundo se torna mas peuqeño,
lo cual es perfecto
pues me acerca mas a ti.
el mundo se achica,
no es que las cosas pierdan importancia,
es que solo me importas tu.
Siento que en el etereo infinito,
las estrellas cambian y se reagrupan.
Solo para formar una nueva y hermosa constelacion,
que deberia llevar tu nombre
Y en este mundo fluctuante,
cada vez mas pequeño;
al igual que en mi mente y corazon,
me encuentro a menudo con tu imagen.
Siento que a cada segundo,
el mundo se torna mas peuqeño,
lo cual es perfecto
pues me acerca mas a ti.
jueves, 3 de septiembre de 2009
Soneto III
Salvame de estos sonidos nocturnos
que me colman, de estos sonidos
amplificados que no duermen, populan,
y que mis sentidos roen y hartan.
Sueño, llevame a casa, olvidado.
Con tus sutiles manos arrullame,
con tus hermosos labios amame
y hazme sentir del cielo amado.
Que tus suaves manos pasen sobre
mis ojos, cerrandolos con un velo
de sombras y estrellas, volviendome
niño asustado; grito ¡Atalo!
Y el velo atado a mis ojos,
mi cabeza reposa en tus hombros.
que me colman, de estos sonidos
amplificados que no duermen, populan,
y que mis sentidos roen y hartan.
Sueño, llevame a casa, olvidado.
Con tus sutiles manos arrullame,
con tus hermosos labios amame
y hazme sentir del cielo amado.
Que tus suaves manos pasen sobre
mis ojos, cerrandolos con un velo
de sombras y estrellas, volviendome
niño asustado; grito ¡Atalo!
Y el velo atado a mis ojos,
mi cabeza reposa en tus hombros.
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