Tu sabes lo facil que es amarlas,
con sus vestidos descuidados y raidos
y sus palidas caras de ojos tristes.
Pueden tener partes de porcelana,
sus fragiles brazos, piernas y rostro.
Y es curioso que esa frailidad sea
el motio por que las amamos.
Sabes tambien que por las noches
ellas se mueven de un lado a otro,
sus cuerpos y formas oscilan y cambian,
todas ellas incitando el miedo.
Nos miran educadamente, nos sonrien.
Nos llenan de terror con sus rostros inexpresivos.
Y es por eso por lo que las amamos.
domingo, 3 de enero de 2010
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